CAPITULACIÓN
VERGONZOSA DEL MST, LA CTA - MICHELI, IS Y EL PTS ANTE LOS NEGOCIADOS CAPITALISTAS
DE LOS PROXENETAS
La Izquierda y los Sindicatos
ante el reclamo de Ammar
En una nota de Página 12, se describe
la movilización donde AMMAR reclama contra De La Sota: “¡Qué cagada...! ¡Qué
cagada...! Todas sin laburo... ¡y ninguna rescatada!”, cantaban ayer centenares
de mujeres en el centro de la capital cordobesa. La movilización había sido
convocada por la filial local de la Asociación de Mujeres
Meretrices de la Argentina (Ammar), en protesta por el cierre de locales que el
gobierno de José Manuel De la Sota dispuso en las últimas semanas por las
coberturas mediáticas que hablaron de “150 víctimas rescatadas de la trata”.
Decían: “¡Mentira! Las ‘rescatadas’ estamos acá. Cerraron departamentos que
alquilábamos nosotras, donde trabajábamos sin patrón.
No hay ningún proxeneta preso y
no liberaron a una sola víctima de trata”. La titular de la Secretaría de
Prevención de la Trata del gobierno cordobés respondió que “en los locales
allanados, algunas personas eran víctimas de trata, otras de proxenetismo; todas
estaban en situación de prostitución” (3/8, Página 12).
EL MST Y LA CTA – MICHELI A FAVOR
DE LA LEGALIZACIÓN DEL NEGOCIO DE LA PROSTITUCIÓN. OLIVERO-IS Y EL PTS SE
COLOCAN A LA RASTRA
El MST ha salido a fijar
posición en defensa del sindicato en cuestión: “Las compañeras de AMMAR Córdoba
(Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina), nucleadas en la CTA, han salido
con fuerza a cuestionar esta ley. Denuncian que lo único que ocasionará esta
política será una mayor clandestinización de su actividad, empujándolas a
hacerlo en condiciones de mayor riesgo, persecución y criminalización policial
y de las mafias”. Esto tiene su lógica, porque es cierto que la ley no acaba
con la explotación sexual ni la trata ni la prostitución. Sin embargo, la
posición de “Eugenia Aravena, su secretaria general
(AMMAR Córdoba, es):
‘Queremos dejar en claro que
repudiamos enérgicamente la trata de personas. Lo que planteamos es el
reconocimiento: queremos salir de la clandestinidad, trabajar con algún tipo de
derecho. El cierre total de los locales nocturnos implica que se acrecienten
las mafias porque va a estar todo oculto” (Alternativa Socialista, 21/6).
Básicamente el MST está
reproduciendo en sus páginas la posición de AMMAR que es legalizar la
prostitución. Una cosa es denunciar la persecución a las prostitutas como
individuos, reclamar el desmantelamiento del aparato que sostiene dicho negociado
capitalista, la trata y la explotación sexual, etc., y otra es plantear su
legalización. Esta posición lleva a un frente único con los cafi shos.
Izquierda Socialista va a la cola de esta posición: Liliana Olivero,
legisladora provincial por el FIT, escribió en su periódico que la ley “sólo
ataca a las trabajadoras sexuales o prostitutas, criminalizándolas (ya está el artículo
45 del Código de Faltas para perseguirlas)” (El Socialista, 6/6). En la misma
línea está el PTS, que señala a la ley como “repudiada por organizaciones como
AMMAR” y que garantiza “la persecución a quienes están en situación de
prostitución” (La Verdad Obrera, 26/7).
NO A LA LEGALIZACIÓN DE LA
PROSTITUCIÓN Y LA MAFIA CAPITALISTA DE PROXENETAS. NO A LOS ATAQUES DEL ESTADO A
LAS PROSTITUTAS. POR LA ORGANIZACIÓN SOCIALISTA DE LA MUJER TRABAJADORA
Desde Las Piqueteras, por el contrario,
así como nos oponemos a la criminalización de las prostitutas por parte del
Estado, nos oponemos firmemente a la legalización de la prostitución (como
plantean AMMAR, la CTA, IS, el MST y el PTS, entre otros) dado que a lo único que
esto puede conducir es al desarrollo de ese negociado capitalista y, por lo
tanto, a la legalización de las propias redes de trata. Si hoy en día operan
con total impunidad apañadas por el Estado, ¿quién garantizará que los
“prostíbulos legales” no sean en realidad pantallas para las propias redes de
trata?
De todas formas, incluso en ese
caso “ideal” la legalización de la prostitución no significaría que la mujer
pueda tomar control sobre su cuerpo (aunque sea para venderlo “voluntariamente”
como mercancía sexual) sino que, por el contrario, sería la consagración
jurídica de la enajenación del cuerpo de la prostituta por parte de un
capitalista sexual que lo explotaría para enriquecerse a través de la comercialización
del goce ajeno. Quien dice legalización de la prostitución en la sociedad capitalista,
por lo tanto, está apoyando necesariamente la legalización de los proxenetas y la
explotación de mano obra sexual ajena – lo cual, insistimos, nada tiene que ver
con la liberación de las mujeres.
Por el contrario, la
experiencia histórica demuestra que la liberación de las mujeres no surge del “pleno
desarrollo de su carácter de trabajadora sexual” sino de su negación radical
por medio de la revolución social. Como es de público conocimiento, tanto en la
revolución cubana como en la rusa o la
española (para dar sólo un par de ejemplos), los prostíbulos fueron símbolos de
la opresión capitalista clausurados violentamente por las propias
organizaciones de mujeres y las compañeras, bajo ningún punto de vista,
defendían su condición de prostitutas (o “trabajadoras sexuales”) sino que se
incorporaban a los batallones de trabajadoras en lucha.
En este sentido, también somos críticas
de los “prostíbulos autonomistas” como serían las cooperativas de prostitutas
donde el Estado (o sea, la burocracia, la policía y los gobiernos proxenetas)
“garantizarían” a las compañeras “las condiciones de trabajo” por medio de
“políticas activas e inclusivas”. En este tipo de planteos, la utopía
pequeñoburguesa de “ser trabajadores sin patrones” (bajo el régimen capitalista)
encuentra su equivalente en los “prostíbulos sin proxenetas” donde, como toda la
experiencia del movimiento de fábricas ocupadas demuestra, operaran fuertes tendencias
a funcionar como una tercerizada de los prostíbulos con proxenetas, de las
redes trata e incluso al desarrollo de una burocracia al interior de las
propias prostitutas.
La única forma en que esta variante
pudiese tal vez ser positiva (aunque altamente improbable y sujeta siempre a la
propia experiencia) sería a través de la deliberación, revocabilidad y toma de
decisiones por parte de la asamblea, bajo control de las organizaciones de
mujeres trabajadoras y como una salida transitoria en la medida que se desarrolle
una fuerte lucha política, ideológica y reivindicativa para que las compañeras
salgan de la prostitución y consigan un trabajo que satisfaga sus expectativas laborales
y salariales.
Lejos del mito machista y
clerical de la libre elección por supuesta promiscuidad, la prostitución no “se
elige porque es un buen trabajo” sino porque todas las demás opciones no
existen o son peores. Cuando se termina la opresión capitalista, se termina la
prostitución – incluso en su versión personal.
Es a partir de estas
consideraciones que desde Las Piqueteras planteamos la organización socialista de la mujer trabajadora para
conquistar:
1. Inmediata abolición de las redes
de trata, el aparato represivo y los negociados capitalistas de los prostíbulos
2. No a la persecución policial
del ejercicio individual de la prostitución.
3. Defender a las prostitutas de
la persecución policial no es lo mismo que defender a los proxenetas. Cierre
inmediato de los prostíbulos. Cárcel a los proxenetas. Basta de persecución a las
prostitutas
4. La lucha por la progresiva extinción
del ejercicio personal de la prostitución a partir de la abolición violenta del
Estado y la sociedad capitalista para dar paso a una reorganización social que
permita la elevación del nivel económico, social y moral de las mujeres en
tanto trabajadoras.
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