14 de Febrero 2013, La Plata, Buenos Aires, Argentina
Entrevista a las
hermanas Ailén y Marina Jara
en el penal Los
Hornos
Desde la Agrupación
de Mujeres en Lucha Las Piqueteras nos ponemos al servicio de la lucha por la libertad
y absolución a las hermanas Jara, quienes están en prisión desde hace más de 2
años por defenderse de un acosador, Juan Leguizamón. Mientras que este último
está libre sin ninguna imputación. Denunciamos que el primer violento es el
Estado: la justicia, la policía y la complicidad política han salido como garantes
del acosador. En la causa han convertido al victimario en la víctima y a las
víctimas en presuntas asesinas encarcelándolas por “intento de homicidio”, por
eso en el marco del inicio del juicio oral el 18 y 19 de marzo impulsaremos un
acampe en la puerta de los juzgados de Mercedes para exigir la caída de la causa.
A continuación reproducimos
la entrevista realizada por Alejandro Acosta del Partido Causa Operaria de
Brasil y Natalia Saralegui de la AML Las Piqueteras y la Tendencia Piquetera
Revolucionaria a las hermanas Ailén y
Marina Jara en el Penal de Los Hornos.
En primer lugar, ¿Nos podrían relatar cómo fueron los
hechos para desmentir la mentira de la Justicia?
Marina: Veníamos del boliche y nos lo cruzamos a él, ya era
la mañana. Ahí empezamos a discutir porque él había hablado mal de nosotras, él
nos había dicho que nos iba a matar, nos acosaba. Quería estar con mi hermana
pero ella le decía que no y entonces él le respondía “Bueno, haceme una
denuncia al patrullero”; todo eso le decía. Él le había mandado un mensaje a mi
hermana diciendo “no me tembló una vez, no me va volver a temblar otra vez”
porque una vez ya me había apuntado a mí con un arma un día que estaba re
borracho, era más chica yo. Bueno, ahí empezamos a discutir y ahí rápido saco
un arma y se la puso en la cabeza a mi hermana. Y le gatilló, pero no salió
nada y terminaron los dos en el piso. Yo no sabía qué hacer, estaba parada ahí
y él se paró y volvió a tirar, y le paso otro tiro rozando a mi hermana. Yo
tenía un cuchillo en mi mochila y lo agarré. Él tenía el arma y no la quería
soltar, y entonces cuando se estaba peleando con mi hermana, yo lo lastimé para
que la dejara. Yo no sabía qué hacer. La tenía a mi hermana así y yo no sabía
qué hacer. Ahí nos fuimos a mi casa, no me escapé. Agarramos el cuchillo y
fuimos a mi casa, no sabíamos qué hacer y sabíamos que iba a venir la policía.
Estábamos esperando que llegue la policía. Y entonces vino un policía que
conocía a mi hermana y le dice a Ailén ”Negra, ¿Qué pasó?” Le contamos y ahí
dijo que bueno, que le demos el cuchillo y que vayamos a hacer la denuncia. Y
nos llevó a la (comisaría) 5ta para que declaremos. Declaramos y nos dicen que
vayamos para el fondo de la comisaría. Cuando vamos para ahí, aparece el
comisario y nos dice que somos unas pendejas de mierda y que le demos el arma,
pero nosotras no teníamos el arma, el arma era de Leguizamón y se la quedó él.
Le dijimos eso y nos dijo “Bueno listo no me quieren decir dónde está el
fierro, ustedes van a quedar en re en cana”. Y ahí quedamos presas, y de ahí
nos llevaron a la comisaría de la mujer. Estuvimos incomunicadas en la leonera
por un día. Pasó un mes y nos encontramos con la Dra Julián que es la Jueza de
Garantías y le explicamos todo lo que había pasado. Entonces ella le dice al
defensor oficial si lo que decíamos estaba comprobado y él en vez de
defendernos agarra y dice “esa es la versión de ellas”. Entonces la jueza no
nos dio la excarcelación ni el cambio de carátula.
Osea
que tanto la comisaría 5ta de la policía bonaerense como la comisaria de la mujer de Moreno cometen una
serie de irregularidades atroces a nivel procesal. La detención ilegal más un
mes, la incomunicación, la acusación falsa de portar el arma del acosador, la
imposición del abogado oficial les juega en contra para que la jueza denegara la excarcelación, son los elementos que muestran un verdadera trampa.
En este sentido ¿Cuáles fueron las palabras del juez y
los fiscales que les negaron el pedido de excarcelación?
Ailén: Que todavía no es
tiempo de cambiar la carátula y que la excarcelación vendría con el cambio de
carátula. A la última audiencia Leguizamón ni siquiera se presentó y nos
dijeron que el (estudio) ambiental que le hicieron le salió bien, porque la
madre y unos vecinos hablaron bien de él, que era buen vecino, buena persona.
Se pone en pedo y le roba a los vecinos. Cuando estaban juntando testigos, una
vecina que iba a decir que él anda armado fue a la fiscalía pero no la dejaron
declarar porque no había visto el hecho. Leguizamón vende droga, y yo veía que
vendía, merca y porro. Él arreglaba todo con la comisaría , que es la 5ta de
Paso del Rey. Estuvo preso un tiempo.
Ustedes
son un caso de testigo de una larga lista de impunidades contra las mujeres y
sus derechos humanos, se trata de una política sistemática. Podemos ver el caso
de Marita Verón donde los imputados de la trata fueron absueltos por los jueces
que puso el gobernador Alperovich. En el caso de ustedes, el silencio de los
gobernantes es completo ¿Qué opinan del silencio del intendente de Moreno, del
gobernador Scioli y de la propia presidenta Cristina?
M: Yo supongo que ni
enterados. Es de poca importancia para ellos. Cristina siempre habla de la
violencia hacia la mujer pero nunca se mete a defender, así como hacen los
militantes. Te manda a la policía para que te reprima.
A: Si alguien está
pidiendo justicia lo mandan a reprimir en vez de darle a la gente lo que pide.
¿Cómo
fueron los maltratos dentro del penitenciario de la Unidad 5 de Mercedes?
¿Quiénes las atacaron?
A: La oficial Maciel es
la que me pegó. Fue todo en el tubo, donde te separan del resto y te meten en
una celda para uno. Y ahí me empezó a pegar Maciel y entraron otros dos
oficiales de la guardia armada.
¿Y
por qué fue que te empezaron a pegar?
A: Todo empezó porque
habían venido los de derechos humanos a preguntar por cómo estaban las
condiciones de salud y de higiene, y ahí les habíamos dicho que mal, que estaba
todo sucio, ella (Marina) tenía una alergia por eso.
M: Por haber dicho eso
al del Ministerio de Justicia, ella no nos quiso dar comida y no le dejaba que
las otras chicas nos den agua caliente para bañarnos, porque ahí no hay agua
caliente.
A: A mí me arrinconaron
contra la pared y me golpeaban y estaba los de la guardia armada también.
Nos
comentaron que las dos están escribiendo para la revista de la cárcel ¿Qué
cosas escriben? Nos gustaría publicar alguna de sus notas.
A: Nosotras estábamos
en la revista, y ahora le damos a Gabi (compañera que organiza la lucha desde
afuera) y ella nos lo publica en la página A Desalambrar. La revista no salió
nunca más. Un día la profesora que venía no vino más.
Frente
al juicio que comienza el 18 de Marzo, ¿Cuántos años creen que la Fiscalía
quiere pedir para su condena?
M:
En
el juicio nos pueden llegar a dar 8 o 7 años. El abogado nos dijo que con
juicio abreviado son 5 años de condena.
Este
8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, 10 días antes del
juicio, vamos a marchar del Congreso a Plaza de Mayo para exigir que ustedes
queden en libertad y sean absueltas e incluso funciona un comité que se viene
movilizando por ustedes. ¿Cómo reciben el apoyo del movimiento de mujeres?
A: Yo quisiera estar
ahí. Pidiendo por las demás mujeres que pasan por lo mismo o peor que nosotras,
porque nadie hace nada por la violencia de género, que por las dificultades
para defenderse de lo que les pasaba, tuvieron que matar y ahora están acá.
M: El día que salgamos
vamos a juntarnos todas y yo voy a luchar por todas ellas. Porque lo de
nosotras ahora es público, pero hay otros casos de mujeres que están acá y
nadie las conoce.
¿Hay
muchos casos similares al de ustedes en las cárceles por las que pasaron?
M: Sí, y peores.
A: Una que había
denunciado a un hombre, y después se tuvo que defender con el arma de él y por
eso la metieron por 15 años presa. Estaban todas las denuncias hechas, todo.
Esa mujer tenía la misma defensora oficial que nosotras, la Dra. María Celina
Beretervide
.
¿Cómo
es la situación de las mujeres en las cárceles?
A: En la otra unidad
había maltratos. Además te revisaban tus cosas porque querían, sin hacer
requisa para todas. Si te requisan a vos tienen que requisar a todo el
pabellón, porque sino es invadir tu privacidad.
M: Si te quejas además
te llevan a la guardia armada.
A: No nos dejaban
bañarnos con agua caliente
M: En Magdalena también
era eso, no nos dejaban bajar al patio. Para pedir el traslado tuvimos que
hacer un habeas corpus, pidió mi mamá el habeas corpus por el Ministerio de
Justicia para hacer el traslado y nos trasladaron a la 8 (La Plata).
¿Qué
le dirías, o qué consejo le darías a otras mujeres en tu misma situación?
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